Vivimos en un mundo de reacciones químicas, nosotros somos una reacción química constante con multitud de procesos que fisiológicamente tienen lugar en nuestro ser.
Estos procesos son iniciados por condiciones externas e internas. Siendo los más importantes los que son ordenados por nuestro sistema nervioso, cerebro y nuestras glándulas. Y es que somos adictos a muchos de los cócteles químicos que produce nuestro cuerpo. Algunos como las endorfinas nos dan placer, otros como la adrenalina nos produce energía o como la dopamina nos gratifica y nos activa el sistema de recompensa. Nuestra capacidad de autogenerar esos químicos hace que podamos usarlos para potenciar nuestro comportamiento.
En al ámbito de la consecución de objetivos es un buen negocio saber cómo incrementar la dopamina para mantenernos en funcionamiento hacia el objetivo, ya que el cerebro siempre está pensando en ahorrar energía por lo que debemos darle poderosas razones para que nos ayude en la consecución del objetivo.
Lo primero es un buen objetivo que tenga sentido para nuestro ser. Ese objetivo tiene que ser dividido en subobjetivos para que el cerebro pueda ir cobrando las recompensas de dopamina lo más frecuentemente posible.No podemos realizar travesías por el desierto, sino pequeños pasos con premio, uno detrás de otro.
Así todos los días programaremos nuestro Sistema de Activación Reticular, con técnicas de visualización sencillas para recalcar a nuestro cerebro la importancia de nuestro objetivo. Recordamos que si no le parece importante, entrará en ahorro de energía y no movilizará sus recursos.
Una vez hecho esto cuando vayamos consiguiendo esos subobjetivos nos premiaremos para generar la dopamina necesaria y así poco a poco vamos creando microhábitos de generación de dopamina que hacen mucho más fácil conseguir el objetivo. Los microprocesos dan recompensas en proporción a su asociación con la meta que se ha planteado. Esto funciona produciendo emociones positivas cuando te mueves hacia la meta, a la cual le has dado valor (este valor, a su vez, produce más recompensa justamente por la carga positiva o valor que le has puesto).
En otras palabras, estos microprocesos o microtareas son una forma de implementar un sistema de retroalimentación positiva en tu cerebro y en tus actitudes (si te pones metas irrealizables o muy lejanas o que no te importan, esto no se logrará; necesitas un constante flujo de recompensas para entrenarte)
Por eso en nuestro curso Objetivos Esenciales, realizamos un diseño y plan para conseguir objetivos y un entrenamiento mental para ser capaz de alterar la química cerebral a tu favor y a usar todo tu cuerpo a tu favor.