Sintaxis Somática

Fermín Lafuente

Fermín Lafuente

Coach y Psicólogo

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Hay un viejo proverbio de Nueva Guinea que dice:

«El conocimiento es solo un rumor hasta que llega al músculo.«

Este dicho define una de las premisas básicas de la sintaxis somática desarrollada por Judith DeLozier y Robert Dilts en 1993 como una manera de profundizar y utilizar aún más la conexión «mente-cuerpo». Uno de los objetivos primordiales de la sintaxis somática es movilizar y utilizar la «sabiduría del cuerpo».

La palabra “sintaxis” procede del griego y significa «poner en orden» o «arreglar». El término «somática» proviene de la palabra griega “soma”, que significa «cuerpo». Así, la sintaxis somática tiene que ver con la organización de nuestra fisiología y «el lenguaje corporal».

Como señala el Morris Berman en su libro “Coming to our Senses” (Volver a los sentidos”):

“La comprensión académica occidental, incluyendo la filosofía, la antropología y  la historia, asume tácitamente que el cuerpo no tiene nada que decirnos, que no tiene conocimiento ni «información»,  que para todo propósito práctico, ni siquiera existe. Y aún hoy, la vida del cuerpo es nuestra vida real, la única que tenemos».

Un principio fundamental de la sintaxis somática es que

Hay «información» en el cuerpo y «conocimiento» en «el músculo».

Una inspiración clave para el desarrollo de la sintaxis somática proviene de las teorías de Noam Chomsky sobre la gramática transformacional (1956-1966). Según Chomsky, las experiencias sensoriales y emocionales (estructuras profundas) se pueden expresar a través de una variedad de descripciones lingüísticas (estructuras superficiales).

Las estructuras más profundas llegan a la superficie después de una serie de «transformaciones». Estas transformaciones actúan como un filtro en las estructuras profundas experienciales.  Según Grinder y Bandler (1975), el movimiento desde la estructura profunda hacia la estructura superficial necesariamente conlleva la supresión, generalización y distorsión de algunos aspectos de la estructura profunda original. Sin embargo, muchos indicios  importantes sobre la estructura profunda se expresan y se reflejan en la estructura superficial verbal. La sintaxis somática aplica estos principios del lenguaje digital (verbal) a la expresión analógica  (kinestésica).

Como un ejemplo de la relación entre la «estructura profunda» y la «estructura superficial», la mayoría de nosotros aprendimos a escribir con la mano derecha o izquierda. Pero, una vez que la mano aprende esta habilidad,  puede trasladarla de inmediato a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, podemos escribir fácilmente nuestro nombre en la arena con nuestro dedo gordo del pie izquierdo o hacer letras manteniendo un lápiz en la boca, a pesar de que las estructuras físicas de estas partes de nuestro cuerpo son completamente diferentes. La estructura profunda relacionada con la forma de las letras no está vinculada a una parte específica del cuerpo. Esto puede generalizarse con muchas estructuras superficiales.

Uno de los objetivos que persigue la sintaxis somática (según el lenguaje de la teoría de la auto-organización) es profundizar y ampliar la «cuenca de atracción» de un determinado estado interno o recurso.

La sintaxis somática utiliza esencialmente el movimiento del cuerpo como una forma de fortalecer, integrar y generalizar recursos de un nivel profundo.

Mediante la exploración de la forma física y la organización de los movimientos asociados a un estado en particular, podemos aprender a expresar o manifestar mejor ese estado en más situaciones e incrementar nuestra flexibilidad. De esta manera, la sintaxis somática ayuda a profundizar en nuestro entendimiento y capacidad para utilizar conocimientos e incorporarlos al «músculo”.

En otro nivel, como el movimiento físico está relacionado con la expresión «analógica», este es más sistémico y no «lineal». En consecuencia, explorar la sintaxis somática nos acerca a nuestras estructuras experienciales profundas. Así, otra aplicación de la sintaxis somática es ayudar a recuperar y manifestar partes de estructuras más profundas que pueden ser eliminadas o distorsionadas por otras formas de expresión. En palabras de la famosa bailarina Isadora Duncan: «Si pudiera decirlo, no tendría que bailarlo.»

El cuerpo como sistema representacional

Uno de los principios de la sintaxis somática es que el propio cuerpo es un «sistema representacional». En lugar de considerar el cuerpo simplemente como una especie de cáscara mecánica para la entrada y salida de señales del cerebro, la sintaxis somática considera el cuerpo como un medio para representar y procesar la información.

La perspectiva más habitual de la PNL considera que toda la información sobre el mundo que nos rodea es transmitida por  nuestros sentidos al cerebro, donde se representa y se procesa de forma centralizada. En investigaciones recientes, como la relativa al sistema nervioso entérico que rodea el estómago, se ha demostrado que existen sofisticadas redes de procesamiento de información distribuidas por todo el cuerpo, con una estructura correspondiente en complejidad a la de nuestra corteza cerebral.

Según la sintaxis somática, podemos usar nuestros cuerpos para representar el mundo al igual que hacemos con otros sistemas representacionales.

Es posible representar relaciones clave, en el mundo que nos rodea y nuestra historia personal, con la relación entre diferentes partes de nuestro cuerpo. Por ejemplo, nuestra percepción de la relación entre la madre y el padre podría ser representada por la relación entre las manos izquierda y derecha, o entre el pecho y el estómago.

Además de poder introducir, procesar y proporcionar información, todos los sistemas representacionales tienen la capacidad de representar la información de al menos dos formas: literal y figurada. Es decir, cada uno de nuestros sistemas sensoriales puede constituir mapas que tienen una correspondencia directa o una conexión más metafórica con el fenómeno que estamos representando. Por ejemplo, podemos visualizar las células blancas de nuestros cuerpos como las vemos en el microscopio, o como pulpos o personajes de un videojuego.

Del mismo modo, es posible hablar del cerebro literalmente como «una red de neuronas», o en sentido figurado como «un ordenador”. Asimismo, podemos experimentar una emoción particular como un determinado conjunto de sensaciones corporales kinestésicas o como un «nudo» en el estómago. Como  sistema representacional, el cuerpo tiene una doble capacidad: expresar movimientos, que son la respuesta literal a una situación particular, o crear expresiones, que son más metafóricas, como un baile. (Esta es la base de la  «Danza S.C.O.R.E.» de Judith DeLozier.)

Un estado de ansiedad, por ejemplo, puede representarse  literalmente, reproduciendo los efectos físicos que acompañan a dicha sensación (por ejemplo, tensando los músculos de la cara y hombros), o en sentido figurado, colocando los brazos sobre la cabeza y los ojos, como protegiéndote de algo peligroso. Como sucede con otras modalidades representacionales, las representaciones metafóricas son a menudo más significativas e impactantes (dado que implican distintos niveles de información). Según el antropólogo Gregory Bateson, el modo de representación característico de la sintaxis somática es la forma  primaria de comunicación de la mayoría de los animales. Por ejemplo, un lobo macho adulto puede tratar a otro lobo macho adulto con el mismo comportamiento utilizado por una loba hacia su cría, como un signo de reproche o dominación.

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